Sólo un proceso tan importante para nuestra adaptación como son las emociones, es capaz de congregar tan diverso y selecto grupo de estructuras cerebrales requeridas para su desarrollo. Entre ellas la región prefrontal ventromediana (RPV) y la amígdala, centraran nuestra atención por presentar un papel paradigmático en esta asociación razonamiento/ emoción. En particular, en la RPV parece estar la unión más crítica entre la razón y la emoción. Los procesos de pensamiento lógico que acompañan a todo proceso de TDR y los cambios fisiológicos subyacentes a la emoción, coinciden en la RPV.
Estudios de pacientes con daño en la RPV muestran una sistemática elección anormal de conductas de riesgo, así como una reducción de la respuesta galvánica de la piel. Como se ha visto, una lesión en esta zona genera en el paciente una dificultad para anticiparse a las consecuencias, ya sean estas positivas o negativas. Además, dicha lesión produce una disminución en la respuesta electrotérmica producida por la anticipación de una elección que supone un riesgo.
Psicólogo chileno, PHD en Neurociencias por la U. Complutense de Madrid. Se ha especializado en Desarrollo de Inteligencias, Metacognición y Gestión del Conocimiento. Profesor de "Personas y Organizaciones" y "Gestión de RRHH", U. Adolfo Ibañez (Chile), de Magister en Comunicación Aplicada, U. del Desarrollo. Actualmente trabaja desarrollando investigación en Coaching y en Management-Neurociencias para Escuela de Negocios IESE (Barcelona). Consultor de empresas para SAIEH Consultores.
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