27 de febrero de 2009

La Construcción de la Realidad IV



Pensemos en los esquemas con los que operamos las personas. Estos surgen de la síntesis entre nuestra biología, nuestra experiencia y la cultura en que nos desarrollamos. Operan como mediadores entre “las cosas” del mundo real y nosotros mismos. Estos esquemas o modelos cognitivos constituyen las representaciones organizadas de la experiencia. Son relativamente permanentes y ayudan a procesar, almacenar y recuperar la información del medio. Surgen del proceso de aprendizaje a través el cual organizamos la información en redes o estructuras, para que posteriormente los nuevos contenidos se integren en estas estructuras mediante un proceso continuo de reorganización de nuestra memoria. 

A lo largo de nuestro desarrollo vamos activando estos esquemas que nos ayudarán a organizar la realidad que, a su vez, va seleccionando los esquemas que han de activarse. Por esta razón, el comportamiento de cualquier persona deriva dinámicamente en su repertorio de esquemas que al mismo tiempo van sintetizando la experiencia. La realidad establece las claves y selecciona a partir del repertorio de cada persona, los esquemas con las condiciones desencadenantes que encajan con ella. Cada esquema proviene del sujeto mientras que el patrón particular de esquemas en cada situación lo aporta la realidad. Esta realidad es verdad que se construye, pero los esquemas a partir de los cuales cada persona crea su propio mundo, han sido gatillados por ella, en un círculo dialéctico que ejemplifica a la perfección el encuentro del hombre con el mundo.