25 de enero de 2009

Buscando la conexión Management y Neurociencias: Tres Pilares (II)


2. La persona en su relación con otro 

 Las organizaciones se estructuran a partir de las relaciones entre las personas. Aquí hay mucho camino por andar respecto al conocimiento que cada persona tiene acerca de sí misma y de quienes le rodean en su entorno laboral más inmediato. Comprender las diferencias culturales, de edad e, incluso, de la manera de procesar y retener información que tienen hombres y mujeres, puede contribuir decisivamente al éxito de las organizaciones.

En la actualidad sabemos, por ejemplo, que las mujeres tienen un mayor rendimiento en motricidad fina y en tareas relativas con destrezas verbales como fluencia, memoria y aprendizaje verbal. Los hombres en tanto, superarían a las mujeres en tareas visoespaciales, memoria visual y resolución de problemas matemáticos. Estos hallazgos quizás tengan su explicación en el hecho de que los hombres tendrían un predominio cerebral derecho, en contraposición a las mujeres, en las que el hemisferio dominante sería el izquierdo.

Por otra parte, conocer acerca del estilo cognitivo propio y el de los compañeros de trabajo, supondría un beneficio invaluable para todas las empresas. Las tareas podrían asignarse de acuerdo a los talentos de cada uno y muchos malos entendidos originados en nuestros modos de procesar la información, podrían evitarse. Técnicas como la Programación Neuro-Lingüística tienen mucho que aportar aquí al entregar pautas acerca de cómo estamos “programados” mentalmente. Un mayor conocimiento de nuestro propio funcionamiento cerebral, no sólo contribuye a desarrollar nuestras capacidades de autogestión y conocimiento personal, sino que, además mejoraría nuestras capacidades de comunicaciones y relaciones personales.