3. Equipos de trabajo
Por otra parte, los adelantos en neurociencias nos develan un sistema nervioso organizado como una compleja red interconectada, funcional y ultracomunicada: el sueño de cualquier organización. Probablemente muchos de los modelos y teorías de organización que están por crearse, serán influenciados, por los estudios sobre nuestro sistema nervioso.
A partir de los nuevos conocimientos que surgen de áreas como la cronobiología, las investigaciones sobre estilos cognitivos o
Finalmente, uno de los temas más relevantes sobre los que las neurociencias puede aportar es acerca del fenómeno del cambio. El cerebro es una máquina perfecta que está permanentemente generando un producto estable, supongamos la consciencia, dentro de un contexto de alteraciones constantes. La paradoja de esto es que la única forma de permanecer estable dentro de un entorno inestable, es cambiando constantemente para restituir el equilibrio a partir de las nuevas condiciones que se dan a cada segundo. El desafío de las empresas es el mismo: mantenerse estables e idealmente crecer y desarrollarse en un entorno que es tremendamente inestable. Y lo que es peor, que cada vez cambia más rápido. ¿Cuál es la solución para esto? El mismo cambio, es decir, aprender y adquirir las estrategias y habilidades para ser una organización ligera, que se mueve y cambia de acuerdo a las contigencias que van ocurriendo en su entorno.
El fenómeno del cambio puede ser una buena síntesis de los temas anteriores porque supone el trabajo con todos los recursos de las organizaciones al servicio de un proceso indispensable, pero que suele generar incomodidad entre las personas. Para aprender a cambiar debemos mirar nuestro cerebro.
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